Todo el huevo es orgánico, “queremos que la gente sepa lo que les estamos vendiendo”.
Manuel Jacobo.- ¡Porque a Mezcala ya no le faltarán huevos! Con mil gallinas ponedoras se busca impulsar una granja dirigida al fortalecimiento de la soberanía alimentaria, la generación de empleo digno para las mujeres y un sistema de producción que genere un impacto ambiental mínimo y que ofrezca bienestar animal.
Se trata de “Gallinas felices de Mexcala”, “una apuesta de Economía Social orientado a desarrollar un proyecto productivo de huevo con gallinas libres de jaulas mediante la instalación de una granja” en la comunidad indígena de Mezcala de la Asunción en Jalisco.
El nombre de la granja hace honor en toda la extensión de la palabra: “felices porque son libres[...], que no las vamos a tener con luz para que produzcan un huevo, y las tenemos frente al lago, frente al cerro y a los costados es campo” explica María González Moreno, quién también menciona que el uso y empleo de “Mexcala” es para reafirmar su historia y su lucha actual.
Es por eso que para María González es una oportunidad para tener un trabajo digno que sea en su comunidad y que con él generen autonomía para no depender de terceros, además de tener tiempo para su seres queridos “no me descuido de mis hijos en dejarlos mucho tiempo solos en irme a trabajar a otro lugar por ganar más dinero”.
Pero no solo eso, con este proyecto también se busca influir en las problemáticas sociales que afectan a las comunidades, por tanto, para ayudar con el problema de desnutrición infantil e insuficiencia renal, tienen el compromiso de donar mil huevos a la semana para que los “Comedores de Desarrollo Comunitarios en Mezcala y San Pedro Itzicán continúen promoviendo una alimentación sana y de buena calidad a la niñez.
Además, el Laboratorio de Transformación Socioambiental Daré A.C. (DARÉ A.C.), quienes son los gestores y promotores de los recursos económicos del proyecto, pretende que Gallinas felices de Mexcala sea un semillero, implementando más proyectos relacionados en la región, eso según explican sus coordinadoras Sandra Gómez y Dalia Romero.
La granja está ubicada en el Barrio de la Cuesta, en Mezcala, a un costado del restaurante el Paraje Insurgente. Ahí, las 6 mujeres y cuatro hombres de Mezcala se encargan del cuidado y mantenimiento, trabajo para el que fueron instruidos mediante talleres, además cuentan con el apoyo de dos personas de DARÉ y cinco personas más que están involucradas en la adecuación de la infraestructura.
Pese a que un equipo ya se encuentra buscando alianzas comerciales, María González no descarta ninguna posibilidad aunque refiere que están más interesadas en que sean los habitantes de Mezcala quienes los consuman “en realidad nosotros quisiéramos que el pueblo lo consumiera, darle venta al pueblo” sin descartar la posibilidad de llegar a otras poblaciones o mercados orgánicos que estén interesados.
Es por eso que son claros con todo el proceso de crianza y cuidado: “queremos que la gente sepa lo que les estamos vendiendo[…]Todo es orgánico, todo lo que tenemos plantado aquí en el Paraje Insurgente también les estamos pasando a la gallinas para que el huevo salga más bueno”
La granja de gallinas ponedoras obtuvo financiamiento mediante la participación en la convocatoria Coinversión del programa de apoyo a las Organizaciones de la Sociedad Civil, Ejercicio 2022 por parte de la Subsecretaría para el Desarrollo y Vinculación con Organizaciones de la Sociedad Civil del estado de Jalisco.
El proyecto total tuvo un costo de poco más de medio millón de pesos, del cual las autoridades gubernamentales aportaron 429 mil 209 pesos, mientras que la sociedad civil aportó 150 mil pesos.
El pasado jueves 22 de septiembre fue la inauguración del proyecto y se prevé que se logre tener una estabilidad financiera ocho meses después tras la venta de huevo, por lo tanto el grupo de mujeres y colaboradores están colaborando sin percibir sueldos hasta que el proyecto se consolide.