El juicio agrario por restitución de tierras se celebrará el próximo 28 de octubre
Manuel Jacobo.- A 22 años de espera, el juicio agrario promovido por la comunidad indígena de Mezcala para restituir sus tierras invadidas está por concluir. Será el 28 de octubre el día que sesiona el Segundo Tribunal para resolver el amparo directo 121/2019 mediante su ponente Jorge Cristóbal Arredondo Gallegos, el secretario con funciones de magistrado, José Ricardo Jiménez Leal y el magistrado René Olvera Gamboa.
Ahí, el Segundo Tribunal deberá emitir la sentencia, la cual será definitiva y ninguna de las partes podrá revertir legalmente, es decir: si es favorable para la comunidad, el invasor no tiene más recursos para seguir ocupando el predio de “El Pandillo”; caso contrario, también aplica para la comunidad.
La comunidad perteneciente a la etnia coca y que está establecida a las orillas del Lago de Chapala espera que las autoridades reconozcan su posesión histórica, la cual han demostrado, principalmente con dos documentos: el Título Primordial (1534) y la Resolución Presidencial (1971) en la que se demuestra que la comunidad indígena de Mezcala es dueña histórica de 3 mil 602 hectáreas, incluido el predio en disputa.
Por otra parte, el empresario tapatío, aunque primero se empeñó en demostrar que el predio era de su prestanombres Crescenciano Sanatana, y posteriormente -con artimañas- quiso demostrar ser comunero para cambiar el rumbo del juicio -pero las autoridades ya dijeron que debe ser juzgado como invasor-, ahora le corresponde -si la justicia es justicia- acatar la sentencia del Tribunal Superior Agrario del pasado 14 de febrero de 2019, donde indican que el invasor y su testaferro deben devolver las tierras a la comunidad.
En repetidas ocasiones, los pobladores y las autoridades comunales de Mezcala han dejado claro que no es cualquier juicio, pues si este empresario que ha intimidado a la comunidad -ya sea con su grupo armado o con la criminalización- se queda, significa el comienzo de la privatización de las tierras comunales y con él se quedan y llegan más, pero si él se va, se van todos.
Mezcala no solo ha tenido que resistir a los embates promovidos por los capitales privados, sino también a los gubernamentales, pues es una de las dos comunidades del municipio de Poncitlán que cuentan con terreno comunal y que decidieron decir no al programa de certificación de tierras (PROCECOM) y diversos programas que intentaron hacer cambios de uso de suelo pasando de ser comunales a privados.
La tierra comunal tiene tres principios básicos: es inalienable, imprescriptible e inajenable. En resumidas cuentas, su único dueño es la comunidad, no puede tener dos dueños -aunque internamente se tienen reconocimientos entre las familias- y no pueden ser embargables o arrebatadas.
El miércoles 27 de octubre la comunidad indígena de Mezcala mediante sus autoridades tradicionales hará una rueda de prensa para dar a conocer los avances del proceso agrario, la cita será a las 12 del medio día en el Centro Social Ruptura, ubicado en la calle 8 de julio #334, entre las calles Libertad y Miguel Blanco en la zona centro de la ciudad de Guadalajara.