Por Manuel Jacobo
El acuífero Poncitlán es uno de los 30 acuíferos de Jalisco que actualmente presentan un déficit de agua o están sobreexplotados. El déficit que tiene es de un millón 697 mil 415 metros cúbicos de agua subterránea. Pero no es lo único, a eso se suman diversos problemas generados en las áreas de recarga como lo son la ganadería y el uso de agroquímicos y sustancias tóxicas ya sea por la agricultura o la industria.
En Poncitlán la distribución del agua es desproporcionada, mientras que el sector agrícola es quien más aprovecha del agua subterránea, las poblaciones sufren por el servicio de agua potable, ta es el caso de la comunidad indígena de Mezcala, en la que cada tercer día reciben servicio y hay ocasiones que no llega este líquido, eso a pesar de que tienen un volumen asignado, pero la gestión municipal no es la adecuada.
Por otra parte vemos las concesiones que tienen las empresas de hortalizas como ARGAMAN, en uno de sus aprovechamientos le fue asignado un volumen de 240 mil metros cúbicos, mientras que la localidad de San Pedro Itzicán en uno de sus aprovechamientos apenas tiene 176 mil con 76 metros cúbicos, o bien en Mezcala donde uno de sus aprovechamientos tiene 206 mil 900 metros cúbicos, es decir, las poblaciones tienen asignados menos agua comparada con esa ARGAMAN.
Según el Registro Público de Derechos de Agua (REPDA) hasta el 2013 en el municipio de Poncitlán se contaba con 155 aprovechamientos de agua subterránea de los cuales 95 eran de tipo agrícola y constituyen el 60.29% de agua dedicada a este sector, la industria tiene 13 aprovechamientos y obtiene el 25.37% del agua que se extrae, mientras que el servicio público urbano tiene 26 aprovechamientos y solo extrae el 12.96% de agua de los mantos freáticos.
De ahí que el estudio realizado por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) realizado en diciembre de 2020 indique este déficit y advierta que no se pueden realizar más concesiones y que a pesar de todo esto, el pasado 30 de septiembre de 2020 se presentó una iniciativa para hacer cambios de uso de suelo la cual fue aprobada a favor de un corredor Turístico-Industrial en este municipio.
La importancia del Cerro Grande de Mezcala para cuidar del acuífero
Un estudio realizado por la CONAGUA indica que la recarga del acuífero Poncitlán se realiza mayoritariamente por la serranía localizada desde Mesa Laguneta, Mesa de Amula y mayoritariamente en el Cerro Grande de Mezcala.
Y no es de sorprender, pues desde la llegada de los españoles a la zona el cerro llamado en lengua coca “Tascappoyaceo” y que se tradujo como “aguacero” “a causa que cae encima dél ordinariamente, en todo el año, gotas de agua menuda como rociadura”, se lee en las crónicas españolas, además de que en ese mismo cerro está el lugar sagrado para pedir la lluvia.
Para entender más sobre la problemática, Alejandro Juárez, director de Corazón de la Tierra, institución que trabaja en la conservación de bosques y afluentes de agua que alimentan el Lago de Chapala, nos explica el papel fundamental que tienen las montañas que van desde el cerro del Chiquihuitillo hasta lo que se conoce como La Punta Grande de Mezcala.
Alejandro Juárez indica que la serranía que recubre el Lago de Chapala debe ser protegido no solo por el tema de recarga de aguas y la conservación de la biodiversidad, sino porque cumple con un conjunto de servicios ambientales.
El estudio antes mencionado señala que por las características geológicas, es esta serranía la que mayoritariamente permite la infiltración del agua de lluvia a los matos, pues sobre la serranía existe basalto mientras que en la gran mayoría del acuífero se tiene terreno conocido como aluvial, lo que significa que está formado a partir de materiales arrastrados o depositados por corrientes de agua, de aquí la importancia de cuidar la serranía.
Para entender cómo se hace el proceso de filtración, el también académico, Alejandro Juárez nos explica el proceso:
De ahí que Alejandro Juárez puntualizó los riesgos de tener un acuífero con déficit e indica que la sobreexplotación requerirá de hacer los pozos profundos cada vez más profundos y al hacerlos crecerán los riesgos pues eso también implica más minerales y por consiguiente más riesgos a la salud.
Mezcala avanza en la conservación de la sus bosques como lo ha hecho históricamente
La conservación de los bosques no es algo nuevo para Mezcala, gracias a su organización comunal los bosques siguen siendo bosques y su estatuto comunal indica que nunca dejarán de serlo.
Pero no todo se logra con la regulación mediante documentos, Mezcala se ha logrado organizar mediante comisiones de trabajo, y cada que se tiene un incendio es común ver que jóvenes y adultos acudan a realizar las labores necesarias para combatir, aunque actualmente los programas gubernamentales estén teniendo un efecto negativo en la organización y ahora algunos jóvenes no quieren acudir gracias a que ya hay personas que reciben un sueldo por hacer ese trabajo.
Sin embargo no siempre fue así, a través de la historia podemos ver que el daño más grave que ha sufrido la serranía de Mezcala fue durante la lucha contra los españoles, pues en el afán de cortar los suministros a los insurgentes sitiados en la isla, se mandó quemar los cerros y ese es el antecedente más antigüo y grave que se tiene registrado.
Aun con todo eso, Mezcala preserva gran cantidad de bosque de encinos, pino y ocote. Uno de los esfuerzos comunitarios que más sobresalió en los últimos años fue el que realizó José Paredes, “EL Barrio” como de cariño le dicen, él es un habitante que estaba al frente de la comisión comunitaria de Ecología y que gracias a él se conservaron muchas especies desde 2007 hasta que por motivos de salud ya no pudo continuar con el trabajo.
Otro de los esfuerzos es el que se está realizando por el propio comisariado de bienes comunales, quienes reciben un apoyo económico por la protección del territorio, tal como lo explica Alejandro Juárez.
Entre los problemas más serios que enfrentan las serranías está la ganadería, la agricultura y el uso de agroquímicos que no son regulados por ninguna autoridad y, las pocas regulaciones municipales para el cuidado del medio ambiente que ya sufre algunos estragos.
Considerando toda la suma de factores donde podemos ver que la comunidad de Mezcala ha estado activa pero las autoridades municipales brillan por su ausencia, Alejandro Juárez reflexiona lo siguiente:
Uno de los pasos más grandes para proteger las serranía la realizó la Asociación Intermunicipal para la Protección del Medio ambiente y Desarrollo Sustentable del Lago de Chapala (AIPROMADES) al lograr declarar la zona como área natural protegida y actualmente el Instituto Corazón de la Tierra tiene un proyecto de restauración y conservación llamado Bosques-Agua-Gente y que Alejandro lo describe así:
Nota: A pesar de que este medio de comunicación buscó algunas respuestas en el ayuntamiento de Poncitlán mediante el director de Ecología y comunicación Social, no hubo respuesta de ellos hasta el cierre de esta nota.